Mundial 2030 en España: ¿Oportunidad o ruina económica?
España, Portugal y Marruecos se Preparan para el Mundial 2030
España, junto a Portugal y Marruecos, se ha adjudicado oficialmente la organización del Mundial de fútbol masculino 2030, un hecho confirmado por la FIFA en un congreso extraordinario celebrado en Zurich. La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, no dudó en calificar este momento como «un día histórico» que refleja la grandeza del país para acoger eventos internacionales de esta magnitud.
Un Anhelo desde 1982
La última experiencia de España como anfitriona de un Mundial fue en 1982, un torneo que, aunque dejó su huella en la memoria colectiva, resultó en pérdidas significativas. En tal ocasión, la selección nacional fue eliminada en los cuartos de final, y el evento generó un déficit de 600 millones de pesetas. Sin embargo, la pregunta que ahora surge es: ¿será esta vez diferente?
Cálculos y Expectativas Positivas
En diciembre de 2022, el Gobierno aprobó un Real Decreto que establece una subvención a la Real Federación Española de Fútbol para apoyar la preparación del Mundial 2030. Según estudios académicos, cada euro invertido se traduce en 4,28 euros de PIB y 1,32 euros en ingresos fiscales para España. Además, se estima que la organización del Mundial podría generar hasta 82,513 empleos equivalentes a tiempo completo.
El impacto económico esperado es abrumador: se estima que el gasto turístico asociado al evento podría superar los 5,500 millones de euros, a pesar de que los gastos de organización e infraestructura se calculan en 750 millones y 683.2 millones de euros, respectivamente.
La Historia en Contra
Sin embargo, la historia dice que la mayoría de los Mundiales suelen dejar a los países anfitriones con pérdidas. Un estudio reciente reveló que el 92% de las Copas del Mundo han registrado déficits, insinuando que la organización de eventos masivos a menudo resulta en un desbalance entre costos e ingresos. Aunque los organizadores podrían enfrentar estas pérdidas, es la FIFA la que siempre sale ganando.
Beneficios y Desafíos para España
Mientras España puede beneficiarse en términos de imagen y prestigio internacional –como ocurrió con el Mundial de 1982 que ayudó a posicionar al país como un destino turístico atractivo–, la realidad es que el costo de ser anfitrión es elevado. El Consejo Superior de Deportes (CSD) argumenta que, a diferencia de otros países que han tenido que construir estadios, España ya cuenta con una sólida infraestructura deportiva, lo que podría amortiguar algunos gastos.
Además, se vislumbra una oportunidad para que este Mundial sea «el más sostenible de la historia», con un enfoque en reducir la huella energética y garantizar el uso eficiente de los recursos.
Conclusiones: ¿Vale la Pena?
El dilema persiste: ¿realmente vale la pena organizar un Mundial? Aunque el CSD confía en que la inversión inicial se transformará en beneficios y riqueza para el país, críticos como el periodista Javier Ruiz han argumentado que, a largo plazo, únicamente FIFA y ciertos sectores económicamente privilegiados son los verdaderos beneficiados. Por tanto, la experiencia de otros países sugiere que el orgullo nacional y el impacto mediático son valiosos, pero no necesariamente rentables.
Con el Mundial 2030 a la vista, España se enfrenta a un reto monumental, pero también a una oportunidad única para demostrar su capacidad organizativa y generar un legado positivo para la sociedad. ¿Logrará aprovechar esta ocasión para cambiar las reglas del juego? Solo el tiempo lo dirá.