Sevilla retoma la senda del triunfo en una dura batalla ante el Rayo Vallecano
Una victoria necesaria, pero llena de dudas para los sevillistas
El Sevilla logró una vital victoria en su vuelta a la competición, un triunfo que parecía al alcance tras un primer tiempo convincente. Sin embargo, el equipo no logró mantener la tranquilidad y casi deja escapar el resultado, evidenciando así las dudas que acechan a la plantilla. La actuación de Álvaro García, exjugador del Sevilla, quien erró un disparo que se estrelló en el poste, resultó crucial para que los locales conservaran su ventaja en un encuentro que terminó siendo más complicado de lo esperado.
A pesar de que el Sevilla necesitaba urgentemente este triunfo, el partido sirvió para recalcar que su desempeño sigue siendo inconsistente. En ese sentido, aunque se vio un atisbo de buen fútbol y la capacidad de generar oportunidades, la falta de claridad y precisión al manejar el balón continuó asediando al equipo. La victoria dejó al Sevilla luchando en la media tabla, justo delante de un Rayo Vallecano que sufrió las consecuencias de una imprudencia de Unai López.
El recuerdo de la última visita del Rayo al Sánchez-Pizjuán, que resultó en la destitución de su entrenador tras una sorprendente remontada, flotaba en el aire. Un año después, las circunstancias cambiaron y, aunque los objetivos siguen siendo altos, la presión en este partido se sentía palpable. Los jugadores del Sevilla, motivados por la necesidad de victoria, respondieron atacando desde el inicio.
La presión alta del Rayo complicó inicialmente el juego para los locales, que necesitaban desahogarse. En ese clima de tensión, Isaac Romero mostró destellos de su talento antes de dejar perdidas algunas oportunidades. Fue Sow quien desató la alegría en las gradas al anotar el primer gol al aprovechar un excelente pase de Romero, quien había soportado la marca de su rival.
El Rayo, a pesar de la adversidad, tuvo su momento de peligro con una gran jugada de Álvaro García que, por poco, no terminó en gol. Pero el destino le jugó una mala pasada al equipo visitante: Unai López recibió una tarjeta roja tras un contacto que alteró el juego por completo. Con uno menos, la tarea del Rayo se tornó ardua.
Durante el segundo tiempo, el Sevilla pareció conformarse con el marcador, teniendo que afrontar el continuo acoso de un Rayo que no se rendía. A pesar de tener un jugador más, los sevillistas solo pudieron desperdiciar oportunidades y ver cómo el Rayo se acercaba al empate en varias ocasiones, mostrando que la diferencia numérica no siempre se traduce en éxito en el campo.
A medida que la noche avanzaba, los nervios se palpaban entre los hinchas del Sevilla, quienes se sintieron cada vez más ansiosos a medida que los visitantes intentaban aprovechar sus oportunidades. En el cierre del partido, el Sevilla logró mantener la ventaja y finalmente se llevó los tres puntos en un duelo complicado, dejando claro que todavía debe trabajar para consolidarse en la parte alta de la tabla.
Aunque el Sevilla se queda con la victoria, la sensación es que todavía hay camino por recorrer y muchas lecciones por aprender.