Violencia en el fútbol español: Ultras desatan el caos en Córdoba

Violencia en el Fútbol Español: La Realidad de los Ultras

La violencia en el deporte ha vuelto a hacerse eco en el fútbol español, y en esta ocasión el escenario ha sido Córdoba. Un reciente encuentro entre el Almería y su rival local terminó siendo eclipsado por una confrontación brutal entre los ultras de ambos equipos, desatándose una auténtica batalla campal en la plaza del Moreal con radicales lanzando mobiliario urbano.

Crece la Tensión en el Fútbol Andaluz

Los altercados entre grupos ultras se han vuelto cada vez más comunes en el balompié nacional, y Andalucía se destaca como una de las comunidades con mayor concentración de estos grupos considerados peligrosos. La región alberga al menos diez facciones ultras que se diferencian por sus alianzas y enemistades. Los aficionados del Sevilla y del Cádiz, o del Málaga y Granada, son solo algunos ejemplos de este complejo entramado de rivalidades.

Los Biris Norte: Pioneros de la Violencia

En esta realidad, los Biris Norte, ultras del Sevilla FC, se coronan como uno de los grupos más veteranos y temidos de España, fundados en 1975. Reconocidos por su ideología de extrema izquierda, han incorporado el modelo hooligan desde su origen y, con el paso del tiempo, han acumulado un largo historial de enfrentamientos y sanciones, incluyendo el cierre de gradas. Aunque están oficialmente prohibidos en los estadios, su presencia se siente en el ambiente del fútbol español.

Conflictos Internos: Los Ultras del Betis

Curiosamente, los ultras del Real Betis comienzan a enfrentarse entre sí, a pesar de compartir la misma ideología y apoyo por el mismo equipo. Divididos en dos facciones, Supporters Gol Sur (SGS) y United Family (UF), este último surgido a partir de una escisión de SGS en 2011, han sido protagonistas de múltiples incidentes en las cercanías del estadio y durante los partidos, lo que resalta la tensión que permea en la afición verdiblanca.

El Frente Bokerón y su Futuro en LaLiga

No podemos pasar por alto el impacto del Frente Bokerón, grupo ultra del Málaga, que se autopercibe como una de las aficiones más fervientes del país. Con una reputación por ser ruidosos y leales, sus intervenciones han sido notorios tanto en estadios locales como en peleas más organizadas. Este año, han hecho ruido no solo en sus partidos, sino también en el ámbito nacional, arrastrando su legado violento a cada encuentro.

La Violencia Traviesada de los Equipos Menores

Destacar también es el papel de los ultras del UD Almería, quienes se han involucrado en diversos altercados recientemente, destacando uno contra los Biris durante un partido de Copa del Rey y otro en Córdoba, donde contaron con el apoyo de radicales de Linares. Estos hechos no solo desmitifican la violencia en el deporte, también subrayan la creciente rivalidad entre equipos de menor categoría.

La Situación en Jaén y Destacados Grupos de Cádiz

Mientras tanto, en Jaén, los aficionados de equipos menos mediáticos como el Real Jaén y el Linares comienzan a ganar notoriedad por sus rivalidades locales, realizando desplazamientos y participando en conflictos con los vecinos cordobeses. Por otro lado, las Brigadas Amarillas del Cádiz, fundadas en 1982, también reafirman el impacto de los ultras en el fútbol andaluz con sus alianzas y rivalidades en la zona.

Consecuencias Policiales y Futuro de los Ultras

La última confrontación entre los ultras del Córdoba y Almería no solo dejó varios heridos y daños materiales, sino que también resultó en la intervención policial con más de una veintena de identificaciones y varios arrestos. Las consecuencias de estos enfrentamientos podrían conllevar severas restricciones para los involucrados, quienes podrían enfrentar la prohibición de asistir a eventos deportivos, lo que pone de manifiesto la compleja realidad de la violencia en el deporte en España.


La situación de los ultras en el fútbol no solo refleja la pasión desbordante por el deporte, sino que también revela un oscuro trasfondo que sigue generando preocupación entre aficionados y autoridades en todo el país. La lucha por erradicar la violencia en el deporte es un compromiso que queda por delante.